Ahí vamos: la aventura más rockera
- revistalooprock
- 11 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 dic 2020
"No sé hacía donde vamos, y no sé si importa saberlo. Lo interesante es poner el acento en eso de estar moviéndose. Por eso este disco es tan enérgico y positivo"
Atmósferas y climas atravesados por guitarras y la voz de Cerati. "Ahí Vamos" fue la excusa para la utopía musical que vendría luego. Un disco fundamental dentro de su carrera solista que marcó su regreso a fibras más rockeras, muy enfocado a la guitarra y sonidos potentes que hicieron a Gustavo rememorar su influencia y admiración musical sobre bandas como Queen y Led Zeppelin.
De alguna manera este disco representa ese momento bisagra, con el que se alejó de ese ambiente tan intimista que imprimió en Amor Amarillo, y por consecuencia se aproximó más a lo que logró en Soda Stereo, salvando las distancias y las intenciones, como sucedió musicalmente en Canción Animal, que a su vez evoca sensaciones y experiencias cercanas a la banda. Sin embargo Ahí Vamos, no deja de ser una obra auténtica con puntos e hilos que conectan trabajos entre sí, genuinamente.
El disco también marcó un punto de inflexión respecto a los trabajos que presentaría Gustavo años más tarde: un guiño hacia la música electrónica y la atmósfera pop envuelta en loops de guitarras minimalistas pero demenciales. El disco logra adentrarse en un clímax oscuro donde los ángeles y los demonios que creó Cerati a lo largo de los temas van y vienen, suben y bajan.
La voz… ¡llega y escapa! diría otro poeta…

Gustavo declaró luego del lanzamiento del mismo: “El álbum está muy enfocado hacia la guitarra, la voz y la forma clásica de la canción: estrofa, estribillo y puente”. Pero lejos de ser un simple disco de rock, pasa por muchos otros géneros, dejando pistas de los nuevos trabajos que expondría, donde las texturas se superponen y generan capas en mundos tan bellos como destructibles.
Como toda obra maestra, Ahí Vamos no envejece y hoy, en pleno 2020, lo podemos encontrar por sobre todo, actual y contemporáneo. Incluso teniendo en cuenta que, hoy en día, muchos artistas de diversos géneros han creado en su musica, sonoridades e influencias a partir de su legado.
Esta aventura rockera está compuesta por trece canciones. Un disco que le valió un año de gira por muchos países y cuidades. Aquí regresan las guitarras y la conquista del mundo. El trabajo musical que contó con la ayuda de su gran amigo Richard Coleman y reunió a un selecto grupo de músicos que hicieron de banda soporte en la gira y con la que, como dato curioso, pasó cinco veces por Chile.
"Hay que cerrar los ojos para poder ver"
En un breve repaso por las canciones de Ahí Vamos, ya en sus estrofas iniciales suena un rock característico que se reflejan en los dos primeros temas, “Al fin sucede” o “La excepción”, que no logran más que confirmar la teoría de hilo conductor. De hecho Gustavo comentó sobre el titulo del disco: "Lo tomé de la expresión "Ahí va". Ahí vamos es más una cuestión social: el "ahí" es menos importante que el "vamos". Al principio el disco iba a llamarse "Llévame a un lugar con parlantes" (frase que deviene del tema "La excepción" segunda canción que lo conforma) pero después se resumió a como hoy lo conocemos.
"Poder decir adiós es crecer..." en “Adiós” aparece el formato canción que Gustavo supo explotar tanto y que nos lleva (desde su videoclip o desde su idea) a un lugar más sencillo pero igual de hermoso. La letra de la canción fue escrita en conjunto con su hijo Benito, quién también aportó en la lírica de algunas canciones para Fuerza Natural. La canción expone la superación de una ruptura amorosa, el adiós a un viejo amor, ilusión y por ende, vinculo que debe desprender una vez finalizado.
“Lago en el cielo” desarrolla con una simpleza extraordinaria los sentimientos que contraponen posturas pero que se acercan al amor desde todos los ángulos, adentrandose en paisajes y reencuentros. Preparándonos para “Otra Piel”, canción que es imposible no nos deje un sabor dulce en los oídos, y con la que expone el deseo: nos dice "si el lenguaje es otra piel, toquémonos más". Todo esa dulzura que logra en tan pocos minutos lo derriba, por un rato, con "Crimen" tema con el que logra sumergirnos en un thriller policial sobrio con oscuro final.
Pero libre de interpretaciones, aunque sean necesarias, esta es una obra en sí misma y bienvenidos los premios recibidos. Merece más que la pena dedicarle cincuenta minutos de nuestra vida.
Nota por Fidel Fourcade
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